Audífonos y prótesis auditivas
La elección del audífono correcto siempre va a depender del tipo de perdida auditiva y de las necesidades de cada paciente, por ello contamos con amplia diversidad de modelos que se adaptan perfectamente a cada caso.
La elección del audífono correcto siempre va a depender del tipo de perdida auditiva y de las necesidades de cada paciente, por ello contamos con amplia diversidad de modelos que se adaptan perfectamente a cada caso.
Lo primero que hay que conocer es la definición de audífonos, los cuales son sistemas electrónicos cuya función es la amplificación del sonido. Estos son compactos y de alta tecnología que se encuentran recubiertos por una carcasa plástica.
La amplificación del sonido sirve para ayudar a la persona que lo usa a escuchar mejor y, por medio de un software de programación dicho proceso de amplificación se ajustará a las necesidades del paciente que variarán por el tipo de pérdida auditiva que posea.
Se notan modelos más básicos y otros mucho más avanzados tecnológicamente, sin embargo, todos cumplen con la misma función.
Por ello, es indicado mencionar las partes que componen un audífono y qué función cumple cada una de ellas. En la mayoría de modelos se notarán 3 elementos básicos que son; el amplificador, el micrófono y el auricular.
Como es evidente, cada pieza cubre una función importantísima para ayuda al paciente a mejor su audición.
Existen varios tipos de audífonos y basándose en tus propias necesidades, el profesional te recomendará usar uno u otro. A continuación, indicaremos cuales son los modelos hoy en día cuando hablamos de audífonos.
Están fabricados a medida, ya que quedan insertados por completo en la zona interior del conducto auditivo, es decir, son invisible para los demás. Son usados sólo para personas que tienen problemas de hipoacusias leves y moderadas.
Este diseño es el más grande de todos y se utilizan en la cuenca del oído externo y se prolonga en el conducto auditivo. Una de las ventajas de este audífono es que se podrá manipular el volumen y las pilas.
Los famosos retroauriculares o conocidos también como BTE se ubican en la parte de atrás y encima de la oreja. El tubo de plástico es el encargado de conectar el audífono al molde que se coloca dentro del conducto auditivo.
Es uno de los preferidos por parte de los profesionales en audioprótesis, ya que están fabricados para tratar pérdidas auditivas leves donde no se puede ocluir el canal auditivo con el fin de evitar resonancias molestas que dificultarán la adaptación del usuario al producto.
Los audífonos CIC se usan en el interior del conducto auditivo, así que no serán visibles. Además, son fabricados a medida del canal auditivo de cada paciente por separado.
Son ideales para sacarle provecho a las nuevas prestaciones de conectividad de los audífonos más avanzados. Al mismo tiempo, son fáciles de manipular y la duración de su batería es mucho mayor que los CIC.
Las varillas auditivas son utilizadas en personas que no pueden llevar consigo audífonos porque padecen de una perdida de tipo conductiva. La función de las mismas es transmitir el sonido por vía ósea que comúnmente se encuentran adheridas a las gafas del usuario.
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